Normas Jurídicas
de Nicaragua
Materia: Administrativa
Rango: Decretos Ejecutivos
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DECLARACION SOBRE LAS ISLAS DE
SAN ANDRES, PROVIDENCIA Y TERRITORIOS CIRCUNDANTES
Decreto No. 324 de 4 de febrero de 1980
Publicado en La Gaceta No. 51 de 29 de febrero de 1980
LA JUNTA DE GOBIERNO DE RECONSTRUCCION NACIONAL DE LA REPUBLICA
DE NICARAGUA
Gobierno surgido de la lucha misma de nuestro pueblo y entregado
totalmente a la tarea de recuperar, mantener y defender la
soberanía nacional e integridad territorial de Nicaragua, derecho
incontestable de las naciones libres, no puede permanecer impasible
ante las pretensiones de terceros países que se afanan por
desmembrar el territorio patrio.
Las circunstancias históricas que vivió nuestro pueblo desde el año
de 1909, impidieron una verdadera defensa de nuestra Plataforma
Continental, aguas jurisdiccionales y territorios insulares que
emergen de dicha Plataforma Continental, ausencia de soberanía que
se manifiesto en la imposición a nuestra Patria de dos Tratados
absolutamente lesivos para Nicaragua, cuales fueron el Tratado
Chamorro-Bryan de agosto 5 de 1914 ,l cuya abrogación fue una de
las tantas parodias de la dictadura una vez que el Gobierno
Norteamericano consideró inútil dicho Tratado; y el, conocido como
Tratado Bárcenas Meneses-Esguerra, cuya firma le fue impuesta a
Nicaragua en 1928, y cuya ratificación, que igualmente obedeció a
razones de fuerza, se efectuó en el año de 1930, es decir, ambos
actos efectuados bajo la total ocupación política y militar de
Nicaragua por parte de los Estados Unidos de América. Este Tratado
Bárcenas Meneses-Esguerra no sólo fue producto de una imposición
por parte de una potencia mundial en contra de un país débil y
pequeño, sino que fue rnantenido en secreto durante algún tiempo y
real izado en flagrante violación de la Constitución nicaragüense
vigente en ese entonces, que prohibía en términos absolutos la
firma de Tratados que implicaran una lesión a la soberanía nacional
o el desmembramiento del territorio patrio. El Tratado Bárcenas
Meneses-Esguerra, además de ser lesivo para Nicaragua, implicó la
ocupación de una gran parte de nuestro territorio insular, como lo
son las islas de San Andrés y de Providencia y los cayos y bancos
circundantes, sin que en ellos estuvieran - incluidos Roncador,
Quitasueños y Serrana. Esta injusticia es mas evidente cuando que
todas esas islas, islotes, cayos y bancos, son parte integrante
indivisible de la Plataforma Continental de Nicaragua, territorio
sumergido que es prolongación natural del territorio principal y
por lo mismo incuestionablemente territorio soberano de
Nicaragua.
En aquel entonces luchaba heroicamente en las montañas del Norte de
Nicaragua el General de Hombres - Libres Augusto Cesar Sandino,
símbolo de la voluntad anti-imperialista del pueblo nicaragüense,
cuya lucha logró salvaguardar no sólo el honor nacional sino que
también el honor latinoamericano.
Mucho tiempo ha transcurrido desde el Tratado Bárcenas
Meneses-Esguerra, pero el hecho es que hasta el 19 de julio de
1979, Nicaragua no recobra su Soberanía Nacional, habiendo sido
imposible, en tiempos anteriores al triunfo de nuestro pueblo,
proceder a defender el territorio insular, marino, y submarino de
Nicaragua. La firma el 8 de septiembre de 1972 de un Tratado entre
Estados Unidos y Colombia, es simplemente el perfeccionamiento del
despojo territorial de Nicaragua iniciado en 1928.
Estas circunstancias nos imponen la obligación patriótica y
revolucionaria de Declarar la Nulidad e Invalidez del Tratado
Bárcenas Meneses-Esguerra, suscrito el 24 de marzo de 1928 y
ratificado el 6 de marzo de 1930, en un contexto histórico que
incapacitaba como Gobernantes a los, presidentes impuestos por las
fuerzas de intervención norteamericanas en Nicaragua, y que
violaban, como ya se ha señalado, los principios de la Constitución
Nacional vigente.
El Gobierno Revolucionario de Nicaragua no quiere pasar por alto
esta oportunidad sin hacer del conocimiento del hermano Pueblo y
Gobierno de Colombia, que esta medida no constituye un agravio a un
País al que siempre hemos querido y respetado y cuyo pueblo fue
hermosamente solidario con la lucha del pueblo nicaragüense por su
liberación nacional.
Es nuestra intención que tanto el pueblo como el Gobierno de
Colombia sepan que Nicaragua no reivindica territorios que están
dentro de la Plataforma Continental de Colombia y a 100 ó 200
millas de su territorio continental, sino un territorio que
geográfica, histórica y jurídicamente es parte integrante del
territorio nacional de Nicaragua.
Es nuestra firme voluntad y propósito solucionar este problema, que
desafortunadamente aparenta contraponer a dos pueblos hermanos, de
una forma bilateral y dentro de las mas estrictas normas de respeto
y amistad reconocidas por el Derecho Internacional, sin que ello
implique de ninguna manera que Nicaragua le reconozca validez
alguna al Tratado Bárcenas Meneses-Esguerra, sino simplemente que
somos defensores a ultranza de la unidad y la concordia
latinoamericana, comunidad regional de la cual forman parte
nuestras dos naciones.
Quedan, pues, abiertas las puertas al diálogo entre nuestros dos
países, conscientes como estamos de que tanto Colombia como
Nicaragua han heredado situaciones históricas, cuyo mas profundo
conocimiento harán ver a la hermana nación colombiana la justicia
que nuestra posición encierra, pues constituye una verdad histórica
que Nicaragua fue desposeída de esos territorios de una manera
abusiva y contraria, desde todo punto de vista, a los principios
del Derecho Internacional y a los mismos principios que han regido
las relaciones entre los países latinoamericanos.
La reincorporación de esos territorios a la nación nicaragüense no
debe ser interpretada ni mucho menos como una debilidad del
Gobierno Colombiano, sino como una prueba palpable del respeto que
a la justicia y a la razón tradicionalmente han tenido y tienen el
pueblo y el Gobierno de Colombia, a quien no creemos entregado a
una política de despojo en perjuicio de una nación que nunca, a lo
largo de su historia, ha manifestado mas que simpatía y cariño a un
pueblo con el que compartimos un mismo origen, una misma lengua y
muchas aspiraciones comunes.
Dado en Managua, capital de la República de Nicaragua, a los cuatro
días del mes de febrero de mil novecientos ochenta. "Año de la
Alfabetización".
Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional. Violeta B. de
Chamorro. Sergio Ramírez Mercado. - Alfonso Robelo Callejas.
- Moisés Hassan Morales. - Daniel Ortega Saavedra. -
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