Normas Jurídicas
de Nicaragua
Materia: Constitucional y Otras Normas
Fundamentales
Rango: Constituciones Políticas de Nicaragua
-
La Constitución Autocrática de
1905
(Documento No.76)
Constitución Política de Nicaragua de 1905
LOS SUSCRITOS, Representantes del Pueblo Nicaragüense,
reunidos para dar la Ley Fundamental de la Nación, decretamos y
sancionamos la siguiente:
CONSTITUCIÓN
POLÍTICA,
TÍTULO I:
De la Nación
Art. 1.- Nicaragua es nación libre, soberana e
independiente; pero se considera como una sección disgregada de la
República Centroamericana. En consecuencia, reconoce, como una
necesidad primordial, volver a la unión de las demás secciones de
la República disuelta.
Art. 2.- La soberanía es una, inalienable e imprescriptible
y reside esencialmente en el pueblo.
Art. 3.- Los funcionarios públicos no tienen más facultades
que las que expresamente les da la ley. Todo acto ejecutado por
ellos, fuera de la ley, es nulo.
TÍTULO II:
De los Nicaragüenses
Art. 4.- Los nicaragüenses son naturales y
naturalizados.
Art. 5.- Son naturales:
1.- Los nacidos en Nicaragua de padres nicaragüenses o extranjeros
domiciliados.
2.- Los hijos de padre o madre nicaragüense nacidos en el
extranjero, si optaren por la nacionalidad nicaragüense.
Los tratados pueden modificar estas disposiciones, siempre que
establezcan reciprocidad.
3.- Los naturales de las otras Repúblicas de Centro América que
residan en Nicaragua, y no manifiesten ante autoridad competente su
deseo en contrario.
Art. 6.- Son naturalizados:
1.- Los hispanoamericanos que manifiesten su deseo de naturalizarse
en el país, ante la autoridad respectiva.
2.- Los demás extranjeros que tengan dos años de residencia en el
país y que hagan igual manifestación.
3.- Los que obtengan carta de naturaleza, conforme a la ley.
4.- Los naturalizados en los otros Estados centroamericanos que
residan en el país, y que manifiesten ante autoridad competente su
deseo de serlo.
TÍTULO III:
De los Extranjeros.
Art. 7.- Los extranjeros gozarán en Nicaragua de todos los
derechos civiles de los nicaragüenses.
Art. 8.- Nicaragua no tiene a favor de los extranjeros otras
obligaciones, ni reconoce otras responsabilidades, que las que a
favor de los nicaragüenses establecen la Constitución y las
leyes.
Art. 9.- Los extranjeros están obligados desde su llegada al
territorio de la República a respetar las autoridades y a observar
las leyes.
Art. 10.- Pueden adquirir toda clase de bienes en el país;
pero quedarán sujetos en cuanto a estos bienes, a todas las cargas
ordinarias a que están obligados los nicaragüenses.
Art. 11.- Los extranjeros no podrán ocurrir a la vía
diplomática, sino en los casos de denegación de justicia. Los que
reclamen indebidamente perderán el derecho de habitar en el
país.
Art. 12.- Es prohibida la extradición por delitos políticos,
aunque por consecuencia de éstos resulte un delito común.
Art. 13.- La ley establecerá la forma y casos en que pueda
negarse a un extranjero la entrada al país u ordenar su
expulsión.
TÍTULO IV:
De los Ciudadanos
Art. 14.- Son ciudadanos todos los nicaragüenses mayores de
dieciocho años.
Art. 15.- Son derechos de los ciudadanos:
1.- El sufragio.
2.- El optar a los cargos públicos.
3.- El tener y portar armas, todo con arreglo a la ley.
Art. 16.- Se suspenden los derechos de ciudadano:
1.- Por auto de prisión o declaratoria de haber lugar a formación
de causa.
2.- Por sentencia de inhabilitación para el ejercicio de derechos
políticos, durante el término de la condena.
3. -Por sentencia que imponga pena más que correccional.
4.- Por admitir empleo de otras naciones, con excepción de las de
Hispanoamérica, sin licencia del Poder Legislativo, si el que lo
admite reside en Nicaragua.
5.- Por incapacidad mental.
Art. 17.- El voto activo es irrenunciable y obligatorio para
los ciudadanos.
Art. 18.- El sufragio será directo y secreto.
TÍTULO V:
De los Derechos y Garantías:
Art. 19.- Se garantiza a los habitantes de la nación, sean
nicaragüenses o extranjeros, la libertad, la seguridad individual,
la igualdad y la propiedad.
Art. 20.- La pena de muerte sólo podrá aplicarse por los
delitos militares graves que la ley determine.
Art. 21.- La Constitución reconoce la garantía del Habeas
Corpus. En consecuencia, todo habitante tiene derecho al recurso de
exhibición de la persona.
Art. 22.- La detención para inquirir en los delitos comunes
no podrá pasar de ocho días, salvo en los distritos judiciales
donde las vías de comunicación no sean expeditas, en los cuales se
agregará además el término de la distancia a efecto de poner el reo
a disposición de juez competente.
Art. 23.- No podrá proveerse auto de prisión, sin que
preceda plena prueba de haberse cometido un hecho que merezca pena
más que correccional, y sin que resulte al menos por presunción
grave quién sea su autor.
Art. 24.- Nadie puede ser juzgado por comisiones especiales
ni por otros jueces que los designados por la ley, con anterioridad
al hecho que origina el proceso.
Art. 25.- Nadie puede ser privado del derecho de defensa. El
proceso será siempre público.
Art. 26.- Se prohíbe la aplicación de penas perpetuas y toda
especie de tormentos.
Art. 27.- La habitación de todo individuo es un asilo
sagrado que no podrá allanarse sino en los casos siguientes:
1.- Para extraer a un criminal sorprendido in fraganti.
2.- Por cometerse delito en el interior, por desorden que exija
pronto remedio o por reclamación del que la habita.
3.- En caso de incendio, terremoto, inundación, epidemia u otro
análogo.
4.- Para extraer objetos perseguidos en virtud de un proceso,
precediendo semiplena prueba de la existencia de dichos objetos, o
para ejecutar una disposición judicial legalmente decretada.
5.- Para libertar a una persona secuestrada ilegalmente.
6.- Para aprehender a un reo a quien se haya proveído auto de
prisión o detención, existiendo al menos semiplena prueba de que se
oculta en la casa que debe allanarse.
En los tres últimos casos no se podrá verificar el allanamiento
sino con orden escrita de autoridad competente.
Siempre que el domicilio que haya de allanarse, no sea el del reo a
quien se persigue, la autoridad o sus agentes solicitarán
previamente el permiso del morador.
Art. 28.- El allanamiento del domicilio en los casos a que
se refieren los incisos 4º y 6º del artículo anterior, no se podrá
verificar desde las siete de la noche hasta las seis de la mañana,
sino con el permiso de su dueño.
Art. 29.- En ningún caso el Poder Ejecutivo ni sus agentes
podrán sustraer, abrir ni detener la correspondencia epistolar o
telegráfica. La sustraída de las estafetas o de cualquier otro
lugar no hace fe contra ninguno.
Art. 30.- Se prohíbe dar leyes proscriptivas,
confiscatorias, retroactivas o que establezcan penas
infamantes.
Art. 31.- Se prohíbe la prisión por deudas, aunque éstas
procedan de agricultura.
Art. 32.- El Estado no tiene ni protege religión alguna,
pero permite todos los cultos en el interior de los templos.
Art. 33.- La emisión del pensamiento por la palabra, hablada
o escrita, es libre, y la ley no podrá restringirla.
Art. 34.- La enseñanza es laica, la primaria obligatoria y
gratuita la costeada con fondos públicos.
Art. 35.- Ninguna autoridad podrá impedir las reuniones que
tengan fines lícitos.
Art. 36.- Se prohíben los establecimientos conventuales y
toda especie de instituciones monásticas.
Art. 37.- Toda persona legalmente capaz, es libre de
disponer de sus propiedades por venta, donación, testamento o
cualquier otro título legal.
Art. 38.- Son prohibidas las vinculaciones y toda
institución a favor de manos muertas.
Art. 39.- Ninguna autoridad podrá desoír las peticiones que
se le dirijan y deberá resolverlas en los términos fijados por la
ley.
Art. 40.- Nadie puede ser privado de su propiedad sino en
virtud de sentencia fundada en la ley o por causa de utilidad
pública. La expropiación por causa de utilidad pública no se
verificará sin previa indemnización conforme a la ley. En caso de
guerra no es indispensable que la indemnización sea previa.
Art. 41.- El derecho de reivindicar los bienes confiscados
es imprescriptible.
Art. 42.- En los delitos comunes no se impondrá pena más que
correccional sin que preceda declaratoria de un jurado sobre la
culpabilidad del delincuente.
Art. 43.- Es prohibido todo monopolio.
Art. 44.- Todos tienen derecho de transitar en el territorio
de la República y de permanecer en él, sin más restricciones que
las que la ley establece.
Art. 45.- Las garantías expresadas, con excepción de las que
prohíben dar leyes confiscatorias y las que consagran la
inviolabilidad de la vida humana, podrán suspenderse temporalmente
por la declaratoria de estado de sitio.
Art. 46.- Las leyes que reglamenten el ejercicio de estas
garantías serán ineficaces, en cuanto las disminuyan, restrinjan o
adulteren.
Art. 47.- El funcionario que sin facultad legal restringiese
cualquiera de las garantías consignadas en este título, estará
obligado a una indemnización proporcional al daño causado, sin
perjuicio de las demás responsabilidades legales.
TÍTULO VI:
De la Forma de Gobierno.
Art. 48.- El Gobierno de Nicaragua es republicano,
democrático y representativo. Se compone de tres poderes
independientes: el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial.
Art. 49.- El Poder Legislativo se ejerce por una Asamblea de
Diputados, que se reunirá en la capital de la República cada dos
años el día 1° de diciembre, sin necesidad de convocatoria.
Art. 50.- Habrá cuarenta sesiones en cada reunión ordinaria,
que podrán aumentarse hasta sesenta a juicio de la Asamblea.
Art. 51.- El Poder Legislativo tendrá también sesiones
extraordinarias cuando sea convocado por el Ejecutivo, y en tal
caso sólo tratará de los asuntos que éste le someta.
Art. 52.- Instalada la Asamblea en la capital podrá acordar
trasladarse a otra población.
Art. 53.- Cinco días antes de la fecha señalada para la
instalación de la Asamblea, se reunirán los Diputados en Juntas
Preparatorias, y con la concurrencia de cinco, por lo menos
organizarán directorio y dictarán las providencias necesarias, para
la reunión de los demás y la solemne instalación de la
Asamblea.
Art. 54.- La mayoría absoluta de los Diputados electos para
formar la Asamblea, con arreglo a la ley, será suficiente para
celebrar sesiones.
Art. 55.- Un número de diez diputados podrá convocar
extraordinariamente la Asamblea para cualquier lugar de la
República, cuando el Ejecutivo la haya disuelto o haya impedido las
sesiones.
Art. 56.- Los diputados durarán en el ejercicio de su cargo
seis años y se renovarán por terceras partes, cada dos años.
Art. 57.- Para ser Diputado se requiere la calidad de
ciudadano en ejercicio de sus derechos, pertenecer al estado seglar
y haber sido electo popularmente.
Art. 58.- No pueden ser Diputados:
1.- Los empleados de nombramiento del Ejecutivo.
2.- Los magistrados de las Cortes de Justicia y los Jueces de
Distrito.
3.- Los deudos del Presidente de la República, dentro del segundo
grado de consanguinidad o afinidad.
4.- Los que hubiesen administrado o recaudado fondos públicos,
mientras no hubiesen finiquitado sus cuentas.
Art. 59.- Los Diputados desde que estén electos, gozarán de
las siguientes prerrogativas:
1.- Inmunidad personal para no ser juzgados por los tribunales, si
la Asamblea no los declara previamente con lugar a formación de
causa.
2.- No ser demandados civilmente desde treinta días antes hasta
quince días después de las sesiones de la Asamblea.
3.- No ser llamados al servicio militar sin su
consentimiento.
4.- No ser extrañados de la República, confinados ni privados de su
libertad por ningún motivo.
Art. 60.- Los Diputados no podrán obtener empleos del Poder
Ejecutivo durante el período de sesiones, salvo los de Agentes
Diplomáticos, Ministros de Estado y profesores de enseñanza. Por la
aceptación de cargos diplomáticos y de profesores, no perderán su
calidad de Diputados; pero sí por la de Ministros de Estado.
En receso de la Asamblea podrán obtener cualquier otro nombramiento
del Ejecutivo, y por la aceptación perderán también su calidad de
Diputados.
El Ejecutivo dará cuenta a la Asamblea, si ésta estuviere reunida,
de los nombramientos que haya hecho, para que ella mande reponer
las vacantes; no estando reunida, las mandará reponer el
Ejecutivo.
Art. 61.- Para elegir diputados a la Asamblea se dividirá el
territorio de la República en distritos electorales, que constarán
de diez mil habitantes o de una fracción que no baje de cinco
mil.
TÍTULO VII:
De las Atribuciones del Poder Legislativo.
Art. 62.- Corresponden a la Asamblea Legislativa las
atribuciones siguientes:
1.- Abrir y cerrar sus sesiones, calificar la elección de sus
miembros, aprobar o no sus credenciales y recibirles la promesa de
ley.
2.- Llamar a los suplentes respectivos en caso de falta absoluta o
de legítimo impedimento de los propietarios, y mandar reponer las
vacantes que ocurran.
3.- Admitir las renuncias que presenten los Diputados, si las
fundan en causas legales debidamente comprobadas.
4.- Formar su reglamento interior.
5.- Decretar, interpretar, reformar y derogar las leyes.
6.- Crear y suprimir empleos, establecer pensiones, decretar
honores y conceder amnistías.
7.- Disponer todo lo conveniente a la seguridad y defensa de la
República.
8.- Hacer el escrutinio de votos en la elección de Presidente de la
República y proclamar electo al ciudadano que hubiere obtenido
mayoría absoluta.
9.- En caso de no haber mayoría absoluta, declarar electo
Presidente de la República al que hubiere obtenido mayoría
relativa. Si hubiere empate en la votación popular, la Asamblea
elegirá Presidente entre los ciudadanos que tuvieren igual número
de votos.
10.- Cuando concurran en un mismo individuo diversas elecciones,
será determinada la preferencia en el orden siguiente:
1. Presidente de la República.
2. Diputado propietario.
3. Diputado suplente.
11.- Recibir la promesa constitucional a los funcionarios que elija
o declare electos y admitirles o no su renuncia.
12.- Designar cada dos años tres de sus miembros para reponer al
Presidente de la República cuando ocurra su falta absoluta o
temporal. En los Designados no podrá recaer ninguna otra elección
ni nombramiento del Poder Ejecutivo, si no es el de profesores de
enseñanza.
13.- Declarar con lugar a formación de causa al Presidente de la
República, Secretarios de Estado, Diputados, Agentes Diplomáticos y
Magistrados de la Corte Suprema de Justicia y de las Cortes de
Apelaciones.
14.- Cambiar la residencia de los Supremos Poderes por causas
graves.
15.- Decretar premios y conceder privilegios temporales a los
autores o inventores, y a los que hayan introducido industrias
nuevas de utilidad general o perfeccionando las existentes.
16.- Acordar subvenciones para objetos de utilidad pública y
subsidios o primas que tiendan a promover nuevas industrias o
mejorar las existentes.
17.- Conceder o negar permiso a los nicaragüenses para aceptar
empleos de otras naciones que no sean las de Hispanoamérica.
18.- Aprobar o improbar la conducta del Ejecutivo.
19.- Aprobar, modificar o improbar los tratados celebrados con las
naciones extranjeras.
20.- Reglamentar el comercio marítimo y terrestre.
21.- Aprobar o improbar las cuentas de los gastos públicos.
22.- Fijar cada dos años el Presupuesto de Gastos.
23.- Imponer contribuciones.
24.- Decretar la enajenación o arrendamiento de los bienes
nacionales y su aplicación a usos públicos, o autorizar al
Ejecutivo para que lo haga sobre bases convenientes a la
República.
25.- Decretar empréstitos extranjeros y reglamentar el pago de la
deuda nacional, o acordar las bases para que lo haga el Poder
Ejecutivo.
26.- Habilitar puertos, crear, trasladar, suprimir aduanas, o
dictar las reglas con que deba hacerlo el Ejecutivo.
27.- Decretar el peso, ley y tipo de la moneda nacional.
28.- Declarar la guerra y hacer la paz, o autorizar para que lo
haga al Ejecutivo.
29.- Fijar en cada reunión ordinaria el número de fuerzas que deban
mantenerse en pie.
30.- Permitir o negar el tránsito de tropas de otro país por el
territorio de la República y autorizar la salida de tropas
nacionales fuera del territorio de Nicaragua. En estado de guerra
tendrá estas atribuciones el Poder Ejecutivo.
31.- Declarar en Estado de Sitio la República o parte de ella
conforme a la ley.
32.- Conferir grados de General de División o de Brigada, a
iniciativa del Poder Ejecutivo.
33.- Decretar el escudo de armas y el Pabellón de la
República.
34.- Conceder indultos o conmutaciones de penas, a iniciativa del
Poder Ejecutivo, previo informe favorable del Poder Judicial.
35.- Conceder premios o recompensas por servicios eminentes
prestados a la nación.
36.- Aprobar o no los contratos que celebre el Ejecutivo con
particulares o compañías, sobre empréstitos extranjeros,
colonización, navegación y demás obras de utilidad, siempre que
entrañen privilegios temporales y comprometan las rentas públicas o
bienes de la Nación, o cuando en ellos se disponga de sumas no
votadas en el presupuesto.
37.- Delegar en el Poder Ejecutivo la facultad de legislar, en su
receso, en los ramos de Hacienda, Guerra, Policía, Fomento y
Marina, sin oponerse al espíritu de la Constitución y las
leyes.
Art. 63.- El Poder Legislativo no podrá suplir o declarar el
estado civil de las personas, ni conceder títulos académicos y
literarios.
TÍTULO VIII:
De la Formación, Sanción y Promulgación de la Ley.
Art. 64.- Tienen exclusivamente iniciativa de la ley, los
Diputados, el Presidente de la República, por medio de los
Secretarios de Estado, y la Corte Suprema de Justicia, en asuntos
de su competencia.
Art. 65.- Ningún proyecto de ley será definitivamente votado
sino después de dos deliberaciones efectuadas en distintos días,
salvo el caso de urgencia calificada por cuatro quintos de votos,
en que se dará un solo debate.
Art. 66.- Todo proyecto de ley, una vez aprobado por la
Asamblea, se pasará al Ejecutivo a más tardar dentro de tres días
de haber sido votado, a fin de que le dé su sanción y lo haga
promulgar como ley.
Art. 67.- Si el Presidente, de acuerdo con el Consejo de
Ministros, encontrase inconvenientes para sancionar el proyecto de
ley, lo devolverá a la Asamblea dentro de diez días, exponiendo las
razones en que funde su desacuerdo. Si en el término expresado no
lo objetase, se tendrá por sancionado y lo publicará como ley.
Cuando el Ejecutivo devolviese el proyecto, la Asamblea lo sujetará
a una nueva deliberación, y si fuese ratificado por dos tercios de
votos, lo pasará de nuevo al Ejecutivo con esta fórmula:
Ratificado constitucionalmente, y aquél lo hará publicar sin
demora.
Art. 68.- Los proyectos de ley que la Asamblea vote en los
cinco últimos días de sesiones y que el Ejecutivo juzgue
inconveniente sancionar, serán devueltos a la Asamblea con las
observaciones correspondientes, en los diez primeros días de las
sesiones inmediatas.
Art. 69.- Cuando un proyecto de ley fuere desechado, no
podrá proponerse de nuevo sino hasta en la Legislatura
siguiente.
Art. 70.- No es necesaria la sanción del Ejecutivo en los
decretos y resoluciones siguientes:
1.- En las elecciones que el Congreso haga o declare, y en las
renuncias que admita o deseche.
2.- En las declaratorias de haber o no lugar a formación de
causa.
3.- En la ley del presupuesto.
4.- En los decretos que se refieran a la conducta del
Ejecutivo.
5.- En los reglamentos que expida para su régimen interior.
6.- En los acuerdos para trasladar su residencia a otro lugar para,
suspender sus sesiones o prorrogarlas.
Art. 71.- Siempre que un proyecto de ley que no proceda de
iniciativa de la Corte Suprema de Justicia, tenga por objeto
reformar o derogar disposiciones contenidas en los códigos Civil,
Penal, de Comercio, de Minas o de Procedimientos no podrá
discutirse sin oír la opinión de aquel tribunal, quien la emitirá
durante las mismas sesiones o en las siguientes, según la
extensión, importancia o urgencia del proyecto.
TÍTULO IX.
Del Poder Ejecutivo.
Art. 72.- El Poder Ejecutivo se ejerce por un ciudadano que
se denomina Presidente de la República.
Art. 73.- El Presidente de la República debe ser ciudadano
en ejercicio de sus derechos, del estado seglar y Natural de
Nicaragua o de cualquiera otra de las Repúblicas de Centro
América.
Art. 74.- El Presidente de la República será electo
directamente por el voto de los nicaragüenses.
Art. 75.- El período presidencial será de seis años y
comenzará el 1° de enero del año siguiente a la elección.
Art. 76.- En caso de falta absoluta o temporal del
Presidente de la República, el Poder Ejecutivo quedará a cargo de
uno de los Designados sacado a la suerte por el Consejo de
Ministros, de entre los tres que haya electo la Asamblea.
Art. 77.- Mientras recibe la presidencia el llamado por la
ley, ejercerá el Poder Ejecutivo el ministro de la Gobernación,
quien dará posesión al designado correspondiente, cuando no
estuviese reunida la Asamblea.
Art. 78.- Cuando el Presidente de la República tenga que
depositar el poder, lo hará en cualquiera de los Diputados a la
Asamblea Legislativa. Si la Asamblea estuviere reunida, ella
designará la persona en quien deba hacerse el depósito.
Art. 79.- Siempre que el Presidente de la República quiera
ponerse al frente del Ejército, encargará las funciones de Jefe
Supremo de la Nación al que deba sustituirle constitucionalmente, y
quedará investido sólo del carácter de General en Jefe y con las
atribuciones de Comandante General.
TÍTULO X:
De los Deberes y Atribuciones del Poder
Ejecutivo.
Art. 80.- El Presidente de la República es el Jefe Supremo
de la nación y el Comandante en Jefe de las fuerzas de tierra y
mar. Tiene a su cargo la administración general del país y las
atribuciones siguientes:
1.- Defender la independencia, el honor de la Nación y la
integridad de su territorio.
2.- Ratificar definitivamente los tratados que tengan por objeto la
unión de Nicaragua con uno o más Estados de Centro América.
3.- Ejecutar y hacer cumplir las leyes, expidiendo al efecto les
decretos y órdenes conducentes sin alterar el espíritu de
aquéllas.
4.- Nombrar los Secretarios y Subsecretarios de Estado y los demás
empleados del Ejecutivo, conforme a la ley.
5.- Conservar la paz y seguridad interior de la República y repeler
todo ataque o agresión exterior.
6.- Vigilar por la pronta y cumplida administración de justicia,
dando a los funcionarios del Poder Judicial los auxilios y fuerza
que necesiten para hacer efectivas sus providencias.
7.- Remover a los empleados de su libre nombramiento.
8.- Conceder en receso de la Asamblea amnistía cuando lo exija la
conveniencia pública, y conmutar la pena de muerte a los reos
condenados a ella por delitos militares.
9.- Convocar a la Asamblea a sesiones extraordinarias.
10.- Presentar por medio de los Secretarios de Estado, durante los
primeros quince días de la instalación de la Asamblea, un informe
de todos los ramos de la administración.
11.- Celebrar tratados y cualesquiera otras negociaciones
diplomáticas y someterlas para su ratificación a la Asamblea, en
sus próximas sesiones.
12.- Dirigir las relaciones exteriores y nombrar Agentes
diplomáticos y consulares de la República: recibir Ministros y
admitir Cónsules de naciones extranjeras.
13.- Hacer que se recauden las rentas de la República y reglamentar
su inversión, con arreglo a la ley.
14. Decretar en los casos de invasión o rebelión, si los recursos
del Estado fuesen insuficientes, empréstitos generales, voluntarios
o forzosos, de cuya inversión dará cuenta a la Asamblea, en sus
próximas sesiones.
15.- Conferir grados militares, hasta el de Coronel, en tiempos de
paz, los de Generales de División y de Brigada en campaña, y hacer
iniciativa a la Asamblea para que dé estos mismos grados en los
casos de agresión extraña o rebelión interior, en receso de la
Asamblea, y de conformidad con la ley.
16.- Mandar las fuerzas militares, organizarlas y distribuirlas, de
conformidad con la ley y según las necesidades de la
República.
17.- Conceder patentes de corso y cartas de represalia.
18.- Declarar en Estado de Sitio la República o parte de ella, en
los casos de agresión extraña o rebelión interior, en receso de la
Asamblea, y de conformidad con la ley.
19.- Conceder cartas de naturalización.
20.- Fomentar la instrucción pública y difundir la enseñanza
popular.
21.- Sancionar las leyes, usar del veto en los casos que
corresponde, y promulgar sin demora aquellas disposiciones
legislativas que no necesiten de la sanción del Ejecutivo.
22.- Mandar reponer las vacantes de diputados, en receso del Poder
Legislativo, de conformidad con la ley, a más tardar dentro de un
mes de ocurridas.
23.- Publicar mensualmente el estado de ingresos y egresos de las
rentas públicas.
24.- Vigilar sobre la exactitud legal de la moneda, cuidar de la
uniformidad de las pesas y medidas y ejercer la suprema dirección
de la Policía.
25.- Atender la seguridad interior y defensa exterior del
país.
26.- Celebrar toda clase de contratos para proveer a las
necesidades de la Administración, y someter a la ratificación de la
Asamblea Legislativa los que versen sobre empréstitos extranjeros,
colonización, navegación y demás obras de utilidad, siempre que
entrañen privilegios temporales o comprometan las rentas públicas y
propiedades de la Nación, o cuando en ellos se disponga de sumas no
votadas en el presupuesto.
27.- Declarar la guerra, cuando le haya autorizado la Asamblea, y
hacer la paz cuando lo requieran las conveniencias
nacionales.
28.- Dirigir las operaciones de la guerra como Jefe Supremo del
Ejército y de la Marina nacional.
29.- Cuidar de que la Asamblea se reúna en el día señalado por la
Constitución, dando con oportunidad las disposiciones necesarias al
efecto.
30- Conceder patentes para garantizar, por determinado tiempo, la
propiedad literaria y las invenciones útiles, aplicables a nuevas
operaciones industriales o a la perfección de las existentes.
31.- Señalar el lugar a donde deban trasladarse transitoriamente
los poderes del Estado, cuando haya graves motivos para ello.
32.- Dictar las medidas conducentes para la formación del censo de
población y demás ramos de estadística nacional.
33.- Establecer el régimen especial con que deban gobernarse
temporalmente regiones despobladas o habitadas por indígenas no
civilizados.
34.- Levantar la fuerza necesaria para repeler toda invasión o
sofocar rebeliones.
35.- Disponer de la fuerza armada de mar y tierra para defensa y
seguridad de la República, para mantener el orden y tranquilidad de
ella y para todos los demás objetos que exija el servicio
público.
36.- Rehabilitar conforme a la ley, a los ciudadanos que estén
suspensos en el ejercicio de sus derechos.
37.- Tomar medidas de seguridad en los casos graves e imprevistos
de ataque exterior o conmoción interior, mientras se dicta el
decreto de estado de sitio, y dar cuenta de ellas a la Asamblea
Legislativa en sus próximas sesiones.
38.- Dictar las providencias necesarias para que las elecciones se
verifiquen en el tiempo fijado por la ley, y para que se observen
las reglas establecidas en ella.
39.- Cerrar puertos o habilitarlos, en receso de la Asamblea.
40.- Fijar las reglas a que debe sujetarse la ocupación o
enajenación de terrenos baldíos, y destinarlos al fomento de la
colonización y empresas útiles.
41. Enajenar las propiedades nacionales o arrendarlas.
Art. 81.- Las providencias del Poder Ejecutivo que no se
expidan por el Ministerio correspondiente, no son legales. El
Presidente y sus Ministros serán responsables por las disposiciones
que dicten contrarias a la Constitución y las leyes.
TÍTULO XI:
De los Secretarios de Estado.
Art. 82.- Los ministros del Poder Ejecutivo deben ser
nicaragüenses, del estado seglar y ciudadanos en el ejercicio de
sus derechos. También pueden serlo los demás centroamericanos y los
hispanoamericanos naturalizados.
Art. 83.- No pueden ser Secretarios de Estado los
contratistas de obras o servicios públicos, por cuenta de la
Nación, los que de resultas de esas contratas tengan reclamaciones
de interés propio, y los deudores o acreedores de la Hacienda
Pública.
Art. 84.- Los Secretarios de Estado pueden asistir a las
sesiones del Poder Legislativo y tomar participación en los
debates, pero sin voto; y deberán concurrir a la Asamblea siempre
que se les llame para contestar a la interpelación de un Diputado,
sobre asuntos de la Administración Pública. En este caso, el
Ministro puede excusar la respuesta cuando se trate de asuntos de
Guerra o de Relaciones Exteriores de carácter reservado; la
Asamblea tomará en consideración la excusa, y si no la juzgase
admisible, obligará al ministro a responder.
TÍTULO XII:
Del Poder Judicial.
Art. 85.- El Poder Judicial se ejerce por una Corte Suprema;
por las Cortes de Apelaciones y demás funcionarios que la ley
determine.
Art. 86.- Los Magistrados serán electos por la Asamblea
Legislativa y durarán seis años en el ejercicio de sus funciones.
El nombramiento de los demás funcionarios del Poder Judicial se
hará con arreglo a la ley orgánica de tribunales, que fijará el
período de sus cargos, sus atribuciones y demás detalles para la
administración de justicia.
Art. 87.- Para ser Magistrado se requiere ser ciudadano en
ejercicio de sus derechos, del estado seglar, abogado y mayor de
veinticinco años.
Art. 88.- La facultad de juzgar y de ejecutar lo juzgado
pertenece exclusivamente al Poder Judicial. Ningún poder ni sus
agentes podrán avocarse causas en estado de tramitación, ni detener
su curso, ni abrir juicios fenecidos.
Art. 89.- La ley establecerá el recurso de revisión en lo
criminal, en casos graves, cuando fenecido un proceso se pueda
demostrar con precisión la inocencia del reo.
Art. 90.- En todo Juicio Civil las partes pueden someter a
un jurado la calificación y decisión de los hechos. Pronunciado el
veredicto del jurado, el juez se limitará a la aplicación de las
leyes.
Art. 91.- La Corte Suprema de Justicia hará la elección y
nombramiento de los funcionarios y empleados que le corresponden,
de conformidad con la ley, les admitirá sus renuncias y concederá
las licencias que la misma ley autoriza.
Art. 92.- La Corte Suprema tendrá las atribuciones
siguientes:
1.- Hacer su Reglamento Interior y aprobar los de las Cortes de
apelaciones.
2.- Conocer de los delitos oficiales de los altos funcionarios,
cuando se les haya declarado con lugar a formación de causa.
3.- Aplicar las leyes en los casos concretos sometidos a su examen,
interpretarlas para el mismo fin, conforme al espíritu de la
Constitución, y no aplicarlas cuando sean contrarias a ella, bajo
su propia responsabilidad.
4.- Autorizar a los abogados y notarios, nacionales y extranjeros,
para el ejercicio de su profesión, suspenderlos en ella y
rehabilitarlos con sujeción a la ley.
5.- Conocer de todos los recursos y apelaciones del Tribunal de
Cuentas.
Art. 93.- La administración de justicia es gratuita en toda
clase de juicios y en todas las instancias.
Art. 94.- Los Magistrados no pueden ejercer ningún otro
empleo, salvo el de Profesores de enseñanza. Tampoco pueden ser
llamados al servicio militar.
Art. 95.- En ningún juicio puede haber más de tres
instancias, y los mismos jueces no pueden conocer en más de una de
ellas.
Art. 96.- Los funcionarios de justicia podrán requerir el
auxilio de la fuerza armada o de los ciudadanos, para el
cumplimiento de sus resoluciones.
TÍTULO XIII:
Del Presupuesto.
Art. 97.- El Presupuesto de gastos ordinarios será votado
por la Asamblea, con vista del proyecto que presente el
Ejecutivo.
Art. 98.- Todo gasto que se haga fuera del Presupuesto es
ilegítimo, y serán responsables solidariamente por la cantidad
gastada, el Presidente de la República, el Ministro de Hacienda y
el empleado pagador, sin perjuicio de las penas a que hubiere lugar
conforme a la ley.
Art. 99.- El presupuesto de gastos ordinarios de la
administración pública, no podrá exceder de los ingresos probables
calculados por el Ministerio de Hacienda.
TÍTULO XIV.
Del Tesoro Público.
Art. 100.- Forman el tesoro público de la nación:
1°. Todos sus bienes muebles y raíces.
2°. Todos sus créditos activos.
3°. Todos los derechos, impuestos y contribuciones que pagan los
habitantes de la República.
Art. 101.- La administración de los fondos públicos se hará
por medio de una Tesorería General y demás oficinas que sean
necesarias.
Art. 102.- El Tesorero General será nombrado por el Poder
Ejecutivo. Para ejercer ese cargo se requiere no ser acreedor de la
Hacienda Pública ni tener cuentas pendientes con ella.
Art. 103.- El Poder Ejecutivo no podrá celebrar contratos
que comprometan los fondos nacionales, sin previa publicación de la
propuesta en el periódico oficial y licitación pública. Exceptúanse
de estas formalidades los que tengan por objeto proveer a las
necesidades de la guerra, y los que por su naturaleza no puedan
celebrarse sino con persona determinada.
Art. 104.- Para fiscalizar la administración del Tesoro
Nacional, habrá una Contaduría Mayor o Tribunal encargado de
examinar y finiquitar las cuentas de los que administran intereses
públicos.
Art. 105.- Los miembros de este Tribunal tendrán las mismas
condiciones que el Tesorero General; su número, organización y
atribuciones serán determinadas por la ley.
TÍTULO XV:
Del Ejército.
Art. 106.- La fuerza pública está instituida para asegurar
los derechos de la Nación; el cumplimiento de la ley y el
mantenimiento del orden público.
Art. 107.- La disciplina del Ejército será regida por las
leyes y ordenanzas militares. La fuerza armada no puede deliberar
ni ejercer el derecho de petición.
Art. 108.- El servicio militar es obligatorio. La ley lo
reglamentará.
Art. 109.- Los delitos puramente militares cometidos por
individuos del Ejército, en actual servicio, serán juzgados por
tribunales militares, con sujeción al código de la materia.
TÍTULO XVI:
Del Gobierno Departamental.
Art. 110.- Para la Administración Política se dividirá el
territorio de la República en departamentos, cuyo número y límites
fijará la ley. En cada uno de ellos habrá los funcionarios
administrativos que la misma determine.
TÍTULO XVII:
Del Gobierno Municipal.
Art. 111.- El Gobierno local de los pueblos estará a cargo
de municipalidades electas, popular y directamente, por los
ciudadanos de las respectivas poblaciones.
Art. 112.- El número de individuos que deban componer las
Municipalidades será determinado por la ley, tomando en cuenta su
población.
Art. 113.- Todas las atribuciones de los Municipios y las
reglas para su organización serán objeto de leyes especiales.
Art. 114.- Las atribuciones de las Municipalidades serán
puramente económicas y administrativas.
Art. 115.- Ningún miembro de las municipalidades podrá ser
obligado a aceptar otro nombramiento, ni llamado al servicio
militar.
TÍTULO XVIII.
De la Responsabilidad de los Empleados Públicos.
Art. 116.- Todo funcionario público es responsable por sus
actos.
Art. 117.- Los miembros de los Supremos Poderes, Magistrados
de las Cortes de Apelaciones, Secretarios de Estado y Ministros
Diplomáticos, por delitos que se les imputen, responderán ante la
Asamblea Nacional Legislativa, la cual declarará si hay lugar o no
a formación de causa. Si hay lugar, los pondrá inmediatamente a
disposición del tribunal competente.
Art. 118.- Cuando un funcionario público a quien se hubiese
declarado con lugar a formación de causa fuere absuelto, volverá al
ejercicio de sus funciones.
TÍTULO XIX:
Reformas de la Constitución.
Art. 119.- Toda reforma deberá ser decretada por la Asamblea
Legislativa con dos tercios de votos, en sesiones ordinarias, y
verificada por una Asamblea Constituyente que se convocará al
efecto. La reforma absoluta sólo podrá decretarse después de diez
años.
Art. 120.- Los diputados a la Asamblea Constituyente serán
electos en la misma forma que los Diputados a las Asambleas
Legislativas y en igual número.
Art. 121.- Quedan derogadas la Constitución de diez de
diciembre de mil ochocientos noventa y tres y sus reformas de
quince de octubre de mil ochocientos noventa y seis.
Art. 122.- La presente Constitución comenzará a regir desde
su publicación.
Dada en el salón de sesiones de la Asamblea Nacional Constituyente,
en Managua, a los 30 días del mes de Marzo de 1905.-Julián
Irías, Presidente, Diputado por el departamento de Nueva
Segovia.- Carlos A. García, Diputado por el departamento de
Jerez.- M. C. Matus, Diputado por el departamento de
Granada.- Agustín Zeledón, Diputado por la comarca del Cabo
Gracias a Dios.- Tobías Argüello, Diputado por el
departamento de León.- José F. Navas, Diputado por el
departamento de Jerez.- Fernando Sánchez, Diputado por el
distrito del Sagrario, departamento de León.- L. Ramírez M.,
Diputado por el Departamento de Masaya.- H. Espinosa,
Diputado por el Departamento de Matagalpa.- Telémaco López,
Diputado por el Departamento de Zelaya.- Gustavo Guzmán,
Diputado por el Departamento de Granada.- Gustavo Escobar,
Diputado por el Departamento de Managua.- Sebastián Salinas,
Diputado por el departamento de León.- Félix P. Zelaya R.-
Diputado por el departamento de Managua.- Juan M. Mendoza,
Diputado por el departamento de Carazo.- José Pérez S.,
Diputado por el departamento de Zelaya.- Moisés Berríos,
Diputado por la comarca de San Juan del Norte del departamento de
Zelaya.- Marcos Corea, Diputado por el departamento de
Chinandega.- J. Macías, Diputado por el departamento de
Jerez.- R. M. Zapata, diputado por el departamento de
Jinotega.- Lino Oquel, Diputado por el departamento de
Masaya.- Lorenzo Fonseca, Diputado por el departamento de
Rivas.- J. Gutiérrez, Diputado por el departamento de
Matagalpa. Francisco X. Ramírez, diputado por el
departamento de León.- Gabriel Rivas, Diputado por el
departamento de Chinandega.- Gerardo Barrios, Diputado por
el departamento de Rivas.- B. Irías Machado, Diputado por el
departamento de Nueva Segovia.- Francisco Castro, Diputado
por el departamento de León.- Luciano Gómez, diputado por el
distrito de Nandaime, departamento de Granada.- F. Zamora,
Diputado por el departamento de Carazo.- Joaquín Sansón,
Diputado por el departamento de Chinandega.- Francisco E.
Torres, Diputado por el departamento de Managua.- José D.
Gámez, Diputado por el departamento de Rivas.- Rodolfo A.
Zelaya, secretario, Diputado por el departamento de Jinotega.-
Trinidad Castellón, secretario, Diputado por el departamento
de Jinotega.
Publíquese.- Palacio Nacional.-Managua, 30 de marzo de
1905.- J. S. ZELAYA. El Ministro de la Gobernación, de
Policía, de Justicia, de Beneficencia, de Relaciones Exteriores y
de Instrucción Pública, ADOLFO ALTAMIRANO. El ministro de
Hacienda y Crédito Público, FÉLIX ROMERO. El subsecretario
de Fomento, encargado de la cartera de Guerra y Marina, C.
CASTELLÓN. El ministro de Fomento y Obras Públicas, JOSÉ D.
GÓMEZ.
ALVAREZ LEJARZA, Emilio.: Ensayos Históricos.
Derecho Constitucional de Nicaragua.
Pág. 288-306
Fuente: Antonio Esgueva
Gómez. 1994.
Editorial EL PARLAMENTO. 1994.
Asamblea Nacional de Nicaragua.
Derechos Reservados Conforme a la Ley
Nota: El Texto Fue levantado íntegramente como está escrito
en la Constitución Política.
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